QUÉ ES LA CIENCIA
Schumpeter define la ciencia como el conocimiento que ha sido objeto de esfuerzo consciente para perfeccionarlo, esfuerzo que produce hábitos mentales -métodos o técnicas- y un dominio de los hechos descubierto por estas técnicas. El propio autor del texto califica esta definición como formal e incluso superficial, que relaciona con el empirismo puro de Schumpeter. No obstante considera útil la definición mientras el objeto de estudio sean los fenómenos y su apariencia externa. Otros autores definirán la ciencia en base al método que ésta realiza para la consecución de conocimiento.
Por la escasez de ésta definición se realiza una ampliación, en la que se entiende que la finalidad de la ciencia es el descubrimiento de leyes lógicas que rigen la realidad empírica en la que nos encontramos (es decir, encontrar causalidades lógicas entre fenómenos y su explicación raciona, su ley lógica, que nos llevan a saber cómo se comportarán estos en el futuro; la ciencia nos ayuda a predecir), constando este conocimiento de tres aspectos, a saber: Este conocimiento proporciona una descripción de la realidad, no debe limitarse a describirla, debe explicarla (no basta con decir que la manzana cae, hay que explicar que cae por la fuerza de la gravedad, y explicar ésta); la explicación de la realidad ha de partir de ella misma, no debe explicarse con elementos ajenos a ésta (lo que evita el pensamiento mítico y separa la ciencia de otros tipos de pensamiento -ideológico, creencia, etc.-). El seguimiento de estos principios lleva al materialismo filosófico, siendo el materialismo la única forma de hacer ciencia de forma coherente, estudiando la realidad partiendo de ella misma y no de ideas que se tienen en la mente (definición en base al método). El marxismo es la primera concepción científica del mundo. El último aspecto es la consideración de que la ciencia es simplemente un aspecto más de la praxis humana, por lo que el conocimiento está supeditado a ésta, al hacer, al cambio del mundo de mano del ser humano. El cambio del mundo, la práxis, y la teoría están ligados y sujetos a influencias mutuas, precediendo la teoría a la práctica y siendo ésta fin último de aquélla. Sin embargo, la finalidad de la teoría no está orientada a la realización práctica, sino a la búsqueda de la correspondencia de sus resultados con la realidad objetiva, o sea, a la verdad. Es imprescindibles conocer la realidad para modificarla.
Es importante recalcar que la investigación ha de ser individual, dada la imposibilidad de coordinar los pensamientos con terceros, no se puede pensar en grupo (sin dejar de tener en cuenta que el pensamiento es un fenómeno social).
EL MECANISMO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
El texto plantea la pregunta acerca de cómo se realiza la investigación, dando una respuesta en la que subyace una visión empirista pura del conocimiento. Considera la observación empírica como primera fase del proceso de investigación, no planteando la subjetividad a la que está sujeto el observador, lo que convierte al mundo de los hechos en un mundo relativo.
El siguiente paso, tras la selección de hechos, es indagar en su esencia y en las relaciones que hay entre ellos, es decir, la relación causal, que teje una red coherente en la que están insertos estos hechos. Tras esto ha de formularse una hipótesis, establecer la causalidad lógica entre los dos fenómenos o hechos, para lo que es necesario una aptitud creativa, artística, dice el texto, y que yo denominaría, para ser más claro, de pensamiento abstracto. Otros autores recalcan la importancia de la fantasía, la creación de imágenes subjetivas del mundo, gracias a la cual éste puede conocerse (pues es ésta la capacidad que permite establecer correlaciones causales que podrán más tarde demostrarse) y cambiarlo (pues puede imaginarse el mundo que no es, pero se considera que debería ser, y trabajar para la consecución de éste). Para el autor del texto, la intuición sería la capacidad mental que complementa a la fantasía, haciendo que sólo trabajemos con lo más verosímil o lo más racional, pero si atendemos a las definiciones de intuición veremos que ésta es la facultad de comprensión de un hecho o fenómeno sin necesidad del racionamiento, siendo para la filosofía la percepción evidente a instantánea que se tiene de una idea por su evidencia (es decir, se explica a sí misma), no ajustándose ninguna definición a la necesidad de comenzar un proceso de razonamiento. En este punto considero interesante hacer mención a los siguiente artículo: http://mexico.cnn.com/salud/2011/01/19/la-intuicion-te-alerta-sobre-experiencias-que-aprendiste-inconscientemente y http://www.agenciasinc.es/Noticias/Una-nueva-explicacion-neurobiologica-revela-como-funciona-la-intuicion . En ellos se relaciona el proceso intuitivo y los sentimientos que éste produce con información racional inconsciente. Como resumen puede decirse que en zonas antiguas del cerebro se almacena información que permanece en un plano inconsciente de la mente, pero que genera sentimientos cuando se pone en práctica, sentimientos que tienen relación con este información empírica almacenada a un nivel por debajo de la consciencia, lo que dar a la intuición un origen racional.
La tercera etapa es la comparación de la hipótesis con la realidad (el texto continúa trabajando con conceptos como realidad y hechos sin plantearse lo relativo o absoluto de éstos), para asegurarse de la veracidad de ésta, indentificando real con verdad. Se compara con la realidad dada y mediante experimentos, para lograr lo la naturaleza nos hace esperar para conseguir.
Por último se sustituye todo lo que no se haya demostrado tras la experimentación con lo que ésta nos ha verificado.
Es importante realizar una separación de la creación teórica (conceptualización de fenómenos y hechos y creación de realaciones lógicas entre éstos) y del análisis (observación de los hechos), pero teniendo en cuenta que ambos son imprescindibles para el proceso de investigación, complementándose ambos por el proceso dialéctico que entre ellos hay. La teoría precede al análisis, pero ésta se basa de conceptos e ideas que han formado la experiencia empírica.
El texto relaciona el trabajo individual con el colectivo, recordando de manera acertada que un investigador también trabaja con hechos y teorías de terceros, además de quedar su investigación en el bagaje cultural de la humanidad.
En relación a esto señala la necesidad de utilizar estos saberes ajenos pero propios (por ser comunes a la humanidad) para la realización de la propia teoría, de modo contrario, si se utilizan para cubrir lagunas teóricas, se cae en un totum revolutum. Por otra parte hay que tener bien definidos los conceptos con los que se desarrolla la teoría, pues la comprensión total depende de la correcta comprensión de éstos.