¿Qué hemos aprendido?

Después de un curso entero con un método de trabajo alternativo y completamente novedoso, toca plantearse qué se ha logrado de todo esto.
El trabajo colectivo ha ayudado a interiorizar la superioridad cualitativa que conlleva un trabajo cuantitativamente mayor (dos mentes siempre piensan mejor que una), además de ser enriquecedora la diversidad de opiniones e informaciones. También aumenta por necesidad la responabilidad y el compromiso para con el grupo (que no para con los miembros del grupo).
Los lazos que nos han unido a los demás miembros del grupo, que hemos construido a través del trabajo, son probablemente igual o más de valiosos que cualquier aprendizaje que llevemos a cabo.
La experiencia nos ha ayudado a reflexionar, gracias a los continuos debates y aportaciones que cada uno hemos hecho, gracias a los libros y canciones que hemos compartido y a los trabajos que hemos dado al resto de nuestros compañeros (porque de nada sirve invertir horas y horas en realizarlo si luego no aporta nada a otras personas).
Lo que hemos aprendido está lejos de los datos con poca utilidad posterior que en la mayoría de las materias nos obligan a tragarnos, tiene que ver con aprender haciendo, con un saber práctico. Gracias a lo común hemos podido realizar un mejor desarrollo personal, gracias a la sinergia que esto produce. Siempre es una buena experiencia compartir capital cultural y no venderlo al mejor postor. El proceso que hemos seguidos nos ha ayudado a ver cómo podemos aportar y ser receptores de aportaciones de aquellos que nos rodean, aprovechar este conocimiento grupal para construirnos como individuos sociales, compartir para construir lo común.
Gracias a la asignatura emos accedido a conocimientos que se apartan del currículo universitario, ya sea por la falta de utilidad o cualquier otro criterio empresarial que quieran introducir para hacernos creer que lo que nos enseñan tiene más valor que otro tipo de conocimientos. Por eso es de especial importancia el método que hemos seguido en la materia, por un lado por no ser el habitual, haciéndonos así ver que hay otra forma de aprender, y por otra parte por estar fundamentado en lo común, en compartir, en desarrollar conductas que se alejan del individualismo imperante en nuestra sociedad.
Gracias por darnos cuenta de lo valioso que es no hacer las cosas solos, porque la vida siempre es más bonita con el apoyo de los demás.

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